El pasado fin de semana Sauber presentó su C32, el monoplaza con el que competirán el alemán Nico Hülkenberg y el debutante mexicano Esteban Gutiérrez. Ambos pilotos sustituyen a Sergio Pérez y Kamui Kobayashi, con el fin de intentar igualar o superar los éxitos cosechados por ambos en el C31, modelo anterior de Sauber.
Aunque en la vista lateral no se aprecie, el Sauber C32 es de los que mantiene el escalón en el morro más pronunciado, aunque se ha visto fuertemente disimulado en los laterales y de ahí que no se distinga en la vista lateral. Sorprende la baja altura respecto al suelo del frontal, siendo de los más bajos presentados hasta la fecha, y destacan también por excesivamente pequeños sus pontones laterales. En estos pontones Sauber ha trabajado a conciencia su forma para proteger de impactos laterales a sus pilotos, los malos recuerdos del accidente de Sergio Pérez en Mónaco les hizo remarcar ese área de trabajo en 2012.
Y volviendo a hablar de la parte estética, pero esta vez no de sus formas sino de sus pinturas de guerra, choca el tono gris en el que ha sido pintado el coche, volviendo a los Sauber de los 90, de la época pre-Red Bull. A mediados de esos 90, la marca de bebidas energéticas patrocinó el equipo de Peter Sauber y cambió radicalmente la estética del monoplaza. Tambiéncuenta con franjas blancas y rojas, haciendo referencia a la bandera Suiza, país donde el equipo cuenta con la sede en la ciudad de Hinwil.