El afamado actor Paul Walker, conocido mayormente por su participación en la saga de películas Fast & Furious como Brian O´Conner, falleció el pasado año a causa de un accidente de tráfico. El conductor del Porsche Carrera GT donde perdió la vida el actor era conducido por su amigo y socio Roger Rodas, que también perdió la vida en el accidente.
Walker dejaba atrás el rodaje de la séptima entrega de la saga Fast & Furious, que finalmente tras los pertinentes cambios de guión para respetar la memoria del actor verá la luz el 10 de abril de 2015, a su familia y además una extensa colección de coches deportivos tanto importados como nacionales según las denominaciones que les imponen los americanos.
Hace unos meses pudimos ver la colección sin saber que pertenecía a Paul Walker, y quedamos bastante impresionados (todas las colecciones nos impresionan). Ahora, esta colección entrará a subasta con una curiosa condición.
La condición impuesta para la subasta será simplemente que los coches no saldrán a la puja con el nombre de Paul Walker por ningún lado, para evitar así crear morbo y expectación que sólo generaría en unos precios desorbitados y fuera de mercado como el coleccionista que quería vender el GT-R que utilizó Paul Walker en la 4ª película por 1 millón de dólares. No sabemos si habrá conseguido encasquetarlo.
La colección cuenta con más de 30 vehículos
La colección que atesoraba Paul Walker en el garaje de Always Evolving, empresa que gestionaba junto a Roger Rodas, contaba con más de 30 vehículos a cual más espectacular. Para que os hagáis una idea, y por meter alguna negrita que así se ve mejor, entre los modelos de Walker se encontraban numerosos Skyline GT-R, Ford GT, Porsche 911 GT3, Nissan Silvia S15, BMW M1, vamos, de todo un poco. Una pena que ya no pueda disfrutarlos porque estoy seguro de que los habrá sacado a estirar las piernas más de una vez en circuito.
Vía | TMZ