He de decir que personalmente, el último Laguna de Renault, yo mismo llegué a odiarle y amarle. Es un coche bastante difícil de digerir estéticamente, puesto que según el punto de vista con el que le mires te encantará, o dirás menudo lagarto. Como la mayoría de la gente al ver el coche, la primera reacción era de espanto al verle la cara de lagartija al coche, esto repercutió en la ventas. Y no sólo en las ventas, sino hasta en el nombre que se había forjado el Laguna, forzando al jefe de marketing de Renault, Steve Norman, a asegurar a los británicos de Autocar que el nombre de Laguna desaparecerá en la siguiente generación de la berlina francesa.
Esto es en cierto modo lógico, puesto que el nuevo Latitude (obviando sus posibles orígenes impuros de Samsung por así decirlo) se está convirtiendo en lo que el Laguna no fue, aunque no entrase en los planes de Renault. El no tener un tercer volumen como maletero, y ese frontal que tanto ha estigmatizado a los últimos modelos de Renault, mató al laguna. En su lugar llegó el Latitude, que estaba pensado realmente en sustituir al Velsatis en la categoría de berlina de representación, acaparó sin quererlo el nicho de mercado del Laguna, con un frontal y un maletero “de toda la vida”.
El próximo Laguna, según las palabras del jefe de marketing de la marca francesa, intentará estar en un compendio entre el Audi A5 Sportback y el Infiniti Etherea. Esto nos hace pensar que el Latitude le ha ganado la partida al Laguna sin quererlo, y que el futuro Laguna será uno más de las exitosas berlinas coupés que tienen casi todas las marcas premium.
La jefa de producto de Renault, Beatrice Foucher, asegura que en la próxima generación del sustituto del Laguna serán más innovadores con ese coche. Este sustituto se espera para 2015-2016 y contará con la ayuda de la filial coreana Samsung, que tan buenos resultados les ha dado con el Latitude.