Saab está en la cuerda floja, hace apenas un mes desde Spyker (la dueña de Saab) se aseguraba que Saab no solo no tenía problemas financieros al frente, además era solvente. Pero hace una semana Spyker tuvo que reconocer que Saab volvía a tener problemas.
Spyker reconocía que el futuro de la marca sueca era cuanto menos incierto, si no se ponía más dinero en la mesa. Todo ello porque, el banquero ruso Vladimir Antonov, había puesto los pelos de punta a todos diciendo que el futuro de la compañía era directamente inexistente. Es cierto que Victor Muller, el dueño de Saab por el momento, es amigo de Antonov, que por cierto el ruso también anduvo detrás de Saab cuando General Motors la puso en venta. Las negociaciones no llegaron a buen acuerdo por supuestas informaciones de General Motors que relacionaban a Antonov con la mafia rusa.
Después de este anuncio, las plantas de Trollhattan tuvieron que paralizar su producción por culpa de que un suministrador de componentes había cerrado el grifo. Las causas fueron falta de cobros por parte de Saab. Esa situación se arregló, pero momentáneamente, porque esta semana se volverán a paralizar. La causa: la misma, falta de pagos a los proveedores. Una situación bastante incómoda para los suecos.
La única solución pasa por el dinero ruso de Antonov, que sigue dispuesto en adquirir la marca sueca. Los motivos que tenía General Motors para no venderle Saab ya se quedan en agua de borrajas, puesto que el banquero ruso aceptó pasar por una auditoría hace unos meses en la cual se ha reconocido la limpieza del dinero del banquero. Antonov ya solicitó formalmente a Saab entrar como inversor de la compañía con una inversión inicial de entre 50 y 70 millones de euros en las arcas de la empresa. Eso sí, el ruso, estaría dispuesto a llegar a invertir hasta 190 millones de euros en la marca, con los que financiar el posible Saab 92 .