Da igual si lo conoces como Acura para Estados Unidos, o como Honda para el resto. El NSX es un mito del automovilismo. Desde 2005, fin de la comercialización del último modelo, todos los amantes del motor nos sentimos un poquito huérfanos.
Ese coche fue el esplendor de Honda y la Fórmula 1, hasta el mismísimo Ayrton Senna colaboró en su desarrollo. Por motivos económicos el sucesor del NSX se descartó, aunque ya estaba bastante avanzado en el desarrollo y Honda lo utilizó para el campeonato japonés de turismos, el JGTC.
Ahora la filosofía de Honda es distinta, y no piensa sólo en competición sino también en las nuevas tecnologías. Por ello, el futuro NSX será como un Honda CR-Z pero a lo bestia, como el modelo del JGTC. Tendrá un motor eléctrico que ayude al motor de combustión interna, confirmado por el presidente de Honda. Los tiempos cambian y no veremos un V12 en el vano de motor del NSX, pero las sensaciones y la velocidad seguramente serán superiores y más intensas.