Stig es el nombre del probador de automóviles que tiene “en propiedad” Top Gear, el famoso programa sobre el mundo del motor. Y al parecer el ex-Stig o ex-piloto de pruebas de este programa, que ha probado de todo durante su trayectoria en dicho programa tiene una lista, o unos pequeños coches marcados con una cruz para no adquirirlos nunca. Empezamos la lista con el Alfa Romeo 8C Competizione, un super-deportivo italiano con motor V8, que le decepcionó con el comportamiento de la suspensión y de los frenos.
Mencionar que este ex-stig es Ben Collins experto piloto que por reseñar algo especial fue piloto en Le Mans. Pues bien, si este piloto nos dice que el comportamiento de los frenos no son de su agrado, es bastante importante tenerlo presente a la hora de valorar la compra de este deportivo (si disponemos del dinero que vale claro).
Los siguientes coches son el monovolumen Fiat Multipla, el lujoso Cadillac Escalade, el Dodge Charger por su caja de cambios y por las suspensiones, y se ensaña con el producto inglés TVR Sagaris. Como en otros medios donde ha salido la noticia, es comprensible ver que el más importante y sorprendente es el 8C, no sabemos si tendrá algo en contra de la marca italiana, pero parece que no le hace mucha gracia este modelo, y de los que ha mencionado en la lista, es el más bonito de todos en mi opinión… anda que si le hubieran dejado hablar en los programas, la bajada de ventas que habrían tenido algunas marcas y modelos en concreto…
Vía | Drive.Com
Víctor Luis says
Ese tío creía que se iba a llevar la fama de Stig detrás, y él simplemente ha sido un peón. Lo que diga o deje de decir me la…Porque Stig es una figura, no una persona. Si es tan buen piloto, ¿por qué no gana todas las carreras donde se presente?
La figura de The Stig lleva mucha gente detrás, pilotos y asesores. Lo que se escribe en las revistas de Top Gear con la firma de The Stig no lo escribe el piloto, si no esos asesores.
Yo veo a The Stig como la figura a seguir en el mundo del motor, porque se unen varios conocimientos para sacar la mejor conlcusión, y eso es lo que cuenta. Prueba de ello es que ha resistido a esta “traición”.
Y que no venga con aires de grandeza, porque Ben Collins no ha sido ni el primero ni el último piloto que se enfunde el traje blanco para pilotar.