Me resulta gracioso aquel anuncio de BMW, en el que sacando la mano por la ventanilla de preguntaba “¿te gusta conducir?”. Todos lo hemos hecho alguna vez y es una sensación agradable, aunque no veamos los peligros que eso conlleva.
Pero hoy el tirón de orejas no va por esos lares. Hoy me centraré en lo que hacemos con nuestro coche cuando nos bajamos de él.
¿Dónde aparco?
“Solo es un minuto”, “cojo el pan y me voy”…Aquí podéis poner todos los ejemplos que queráis, y que se os vengan en mente para esos momentos en los que pulsamos el botón del doble intermitente y nos bajamos del coche. Ni que el botón de las luces de emergencia fuera mágico. ¿Tanto cuesta buscar un aparcamiento digno en el que no moleste a nadie? Quizás no sea en la puerta, pero acaso no podemos movernos si no es sentados en el coche. Tiene tela el nivel de vagancia al que llegamos. El otro día me encontré con una situación surrealista. Un señor quería entrar el coche en un aparcamiento demasiado estrecho, tanto que no podía salir del coche cuando consiguió aparcarlo.
No entramos en la falta de civismo del que había dejado el coche mal aparcado al dejar poco espacio al siguiente, era en batería. El señor ni corto ni perezoso, da marcha atrás, se baja del coche y le vuelve a empujar a mano para entrarle en el aparcamiento. Ole la cabezonería española.
Anda que guay, ¡el suelo es azul!
Vayamos ahora con los aparcamientos de minusválidos. Si están reservados para minusválidos es por algo, no seas cabrón/a por favor. Me pasó señores, lo hice. Aparqué en un aparcamiento de minusválidos. No me multaron, pero el hecho de ver al señor que ocupaba la plaza lo que le costaba bajarse del coche porque yo estaba en su sitio, fue mucho más impactante, duro, y aleccionador que todo el dinero que pudiesen ponerme de multa.
Y sobre todo, cuando estamos aparcados, mirar al salir del coche no vayamos a provocar un accidente. Ya sea que nos quedemos sin puerta o que un ciclista o motorista se pegue tal castañazo que se mate.
Que no hace falta sacarse una carrera para conducir bien, simplemente hay que tener un poco de CIVISMO.