El pasado viernes 17 de junio se celebró el Renault Sport Enthusiasts Day, donde se dieron cita los fans más aférrimos al rombo francés. En ella ya sabíamos que iba a estar el nuevo Mégane RS Trophy, ya os lo avanzamos hace unos días que estaría presente en la zona norte de Nürburgring.
El compacto de la marca francesa, en su versión más radical, consiguió parar el crono en el Nordschleife a los 8:07’97”, dejando en bragas al anterior R26.R. El anterior Mégane R26.R estaba echo una piedra de competición, tenía jaula antivuelco y, como dato curioso, la luneta trasera del coche era de plástico para aligerar peso. El RS Trophy consigue rebajar en 9 segundos, 8:17′ hizo el R26.R, sin necesidad de recurrir a esos paneles de plástico y sigue siendo civilizado dentro de lo que cabe, ya que por lo menos jaula antivuelco no tiene ni el capó de fibra de carbono como el R26.R.
Si seguimos comparando, el R26.R no disponía ni si quiera de airbag para copiloto, ni climatizador, ni si quiera faros antinieblas. Cierto es que el R26.R desarrollaba 230 CV, frente a los 265 CV que empujan a este RS Trophy. De par motor también van desequilibrados, puesto que el nuevo tiene 50 Nm más que el anterior, 360 Nm par del RS Trophy, frente a los 310 Nm del exclusivo R26.R. El 0 a 100 lo clavan ambos a los 6 segundos, pero en la velocidad punta el nuevo compacto gana al anterior con 254 km/h del Trophy, frente a los 237 km/h del R26.R.
Gran salto de calidad el que ha llevado a cabo Renault Sport, que ha conseguido mantener la comodidad del compacto dentro de lo posible, sin necesidad de recurrir a reducciones drásticas de peso utilizando lunetas de plástico, y además hacerlo más rápido dentro de circuito. Chapeau por Renault Sport.
Fuentes : Motorpasión, Autoblog