Fiat abre la cartera y desembolsa cerca de 360 millones de euros (unos quinientos millones de dólares oficialmente) para comprar la parte de Chrysler que le queda al gobierno de los Estados Unidos tras el rescate multimillonario.
El Departamento del Tesoro de EEUU rescató a Chrysler de la quiebra en el 2009 con una inyección económica de 12.500 millones de dólares, que menudo pinchazo fue. Con esto el Gobierno de los Estados Unidos controlaba mayoritariamente al fabricante de Detroit. Ahora Fiat, que pretende llegar al 86% del accionariado de la marca, adquirirá con los quinientos millones de dólares otro 6% más de Chrysler.
De la deuda que Chrysler tiene con EEUU de 12.500 millones de dólares, están pagados 11.200 millones de dólares. Parece que Fiat no tendrá que pagar la parte de la deuda pendiente que resta por pagar. Con esto Fiat pasará a controlar del 46% actual que tiene sobre el gigante de Detroit, al 52% tras la compra.
Con esto se terminaría la presencia de la entidad pública de los EEUU en Chrysler. Del 48% restante todavía se dividirá entre el sindicato de trabajadores del sector de la automoción y el gobierno canadiense, que también ayudó a salvar Chrysler. Más concretamente el sindicato controlará el 41,5% restante del fabricante de automóviles, y el gobierno canadiense tendría el 1,5% de participación en la empresa (sí, sale 43%, que más 52% dan 95%, no sé dónde queda ese 5% para llegar al 100%, seguiré buscando y cuando lo encuentre lo rectifico).
El rescate llevado a cabo por el gobierno de los EEUU desde el punto de vista económico no ha salido rentable, han perdido 1.300 millones de dólares. Pero es mejor perder ese dinero que no perder la ingente cantidad de puestos de trabajo que hubiesen caído. Se rumorea que puedan hacer como GM o Ford, hacer un IPO. Esto es sacar a la empresa a bolsa y así conseguir capital, pero Sergio Marchionne no garantiza nada de esto.