Volkswagen ha apostado por dar un nuevo impulso a su modelo más emblemático, del que se han vendido más de 21,5 millones de unidades, lo que le sitúa entre los tres modelos más vendidos de la historia del automóvil. El ‘escarabajo’ seguirá teniendo un marcado carácter personal, elemento que lo elevó a la categoría de mito con el paso del tiempo, y ofrecerá numerosas opciones de personalización. Estará disponible en versiones Design y Sport.
Es más largo y más ancho que el modelo precedente, pero más bajo. Mide 4,28 metros de longitud (+15,2 cm), 1,81 metros de anchura (+8,4 cm) y 1,48 metros de altura (-1,2 cm).
La silueta de la carrocería, menos ovalada que en el New Beetle, hace que la altura interior en las plazas delanteras pase de 1,08 metros a 1,04 metros, según Volkswagen, que afirma que esto no supone un problema ni para los pasajeros de mayor estatura. Volkswagen asegura que la posición de conducción es similar a la de un cupé, con el asiento más cerca del suelo que en el modelo anterior.
Se podrá elegir entre cinco motores, todo ellos turboalimentados. Son tres de gasolina —1.2 TSI de 105 CV, 1.4 de 160 CV y 2.0 TSI de 200 CV— y dos Diesel —1.6 TDI de 105 CV y 2.0 TDI de 140 CV—. Todos ellos podrán llevar opcionalmente una caja de cambios automática de doble embrague «DSG». Como el resto de productos de la gama, el nuevo Beetle incorporará las ayudas a la conducción y el completo equipamiento ya presentes en sus hermanos. Además, el equipamiento podrá completarse con elementos como el asistente de aparcamiento, los últimos sistemas de infotaiment, incluido el navegador, techo corredizo panorámico, luz diurna tipo LED, faros bi-xenón e incluso cierre y arranque sin llaves.