Mi compañero Kristian escribió hace poco a favor de Jenson Button, ya que según sus resultados a lo largo de su carrera, poca gente le ha tenido en cuenta y ha sabido valorarle.
No es por ir en contra de mi compañero porque sí, si no que yo os voy a dar mi humilde opinión que vais a ver en cuantas cosas coincide con las de Kristian, pero desde otro punto de vista completamente distinto.
Sinceramente, un piloto que lleve 116 grandes premios sin ganar en la fórmula uno, está algo más que en la cuerda floja. Ese fue el tiempo que tardó Button en ganar su primera carrera a lomos de un Honda. Pero es que después de esa victoria, tardó otras 40 carreras en volver a ganar un gran premio y encima tenía truco. Aparte de que en esas cuarenta carreras, sólo volvió a hacer un podio, y en el tercer cajón.
Cuando volvió a ganar no lo hizo con el Honda, lo hizo con el Brawn GP. Aquel coche era un auténtico tren y no se salía de los raíles hacia la victoria en ningún momento. Pero ni con esas, y tenemos a Vettel en el mismo caso este año, consiguió doblegar a todos los pilotos en la misma temporada, tal cual hace el propio Vettel.
Sólo consiguió 6 victorias casi seguidas, intercalando un tercer puesto. Ese colchón le hizo poder ganar el campeonato, porque en las demás carreras sólo consiguió dos podios más y siempre se movía entre el quinto y el octavo lugar de la tabla, sumando una retirada.
Pero a Button no hay que negarle el mérito. Quizás no tenga estrella como piloto, pero se le trata como tal. Es el piloto perfecto para la Fórmula 1. Sabe conducir un coche de esos, que no es poco, y encima sabe ir deprisa. Además tiene tirón mediático, aquí en España no lo notemos tanto, pero en Reino Unido es la eterna promesa. Es un piloto de 7, perfecto para el circo de la fórmula uno, aunque todos le traten de piloto 10.