Que es lo que suelen hacer los jóvenes españoles al salir del instituto, jugar al Need For Speed en sus maravillosas Xbox 360 o PS3 compitiendo entre ellos a ver cual tiene ‘mejores gráficos’. Ilusos proletariados, no tenéis ni idea de lo que es jugar a las carreras.
Aprended inglés, o francés, o lo que se decidan a hablar en Canadá y haceros ‘amigüitos’ de estos trece chavalines, ya que ellos no cuelgan la ‘L’ (por esos lares se pone una N) en un Fiesta o en un Saxo más viejo que la historia del automóvil. No ellos ponen la ‘L’ en el coche de sus papis, cosa que normalmente acabamos haciendo nosotros, pero sus papis parece que llegan más holgados a fin de mes.
Trece superdeportivos de lujo fueron confiscados por la policía montada de Canadá, por hacer carreras ilegales en las calles de Vancouver a todo lo que da el coche. Y cuando hablamos de estos tipos de coche los 200 km/h son una cursilada.
Ferrari 599, Audi R8, Lamborghini Gallardo, Maserati, Mercedes SLS AMG, Aston Martin DB9, Lamborghini Murciélago y hasta un Nissan GTR es la lista de coches con la que empiezan estos niñatos a ‘aprender a conducir’ (carcajada). Aún teniendo dinero, ¿creéis que son buenos coches para ese primer año? Aunque muchos problemas no les den gracias a los controles de tracción y estabilidad que convierten a esas salvajes fieras en dulces gatitos ronroneando, me hubiese gustado darles un Ruf CTR Yellow Bird del ’87 a ver cuantos salían vivos.
Se dice que el dinero no da la felicidad, pero es que tampoco da la inteligencia.