Hace unos días, unas declaraciones del presidente del Viper Club of America, removían toda la blogosfera “El Viper ha marcado un nuevo récord en Nürburgring”. No nos hicimos eco por dos motivos: uno y principal, sin pruebas no podíamos pillarnos los dedos tan a la ligera, y segundo, a los americanos les pierde la boca (véase USF1).
Cierto es que el Viper ha sido un mito incluso cuando estaba vivo, y el que no haya oído hablar de él (si le gusta el motor) es que ha vivido debajo de una piedra. Ha sido una pena, bueno casi, que se haya perdido una joya como ésta en las calles, pero es lo que tiene evolucionar. Tampoco es que te haga falta un V10 de casi 9 litros para ir a comprar el pan.
Con estas, se presentaron los de Dodge con tres unidades del Viper SRT10 ACR, que tienen truco. Aunque el ACR pueda circular por las calles, es una mala víbora y nunca mejor dicho. Tiene 600 CV, extraídos del V10 de casi 9 litros, pero en el proceso de fabricación se les olvidaron poner algunas cosas. Cosas insignificantes como aislamiento, aire acondicionado, equipo de audio…y hasta control de tracción. Vale, no es que se les olvidara, lo hicieron aposta. Y a propósito también le colocaron un pedazo de alerón trasero, de los de una vez, y un spoiler delantero configurables al gusto.
Y si le das una víbora venenosa como ésta a un alemán como Dominik Farnbacher, que debe vivir en el propio circuito, pues te da un resultado total de 7:12.130 para el Dodge Viper SRT10 ACR. Con esto se merienda el tiempo del carísimo Lexus LFA Nürburgring Edition, a ver quién es el guapo que justifica ahora el precio. Aquí la prueba:
httpv://www.youtube.com/watch?v=c4-e3uSYPpg
¡Adiós Viper!
Vía Autoblog