Acabo de realizar un pequeño trayecto de unos 14 kilómetros en total, incluyendo ida y vuelta, y vergüenza ajena es lo más bonito que puede salir de mi boca. La distancia de seguridad es como los reyes magos. Y mejor me callo, no vaya a ser que algún “cagaprisas” nos lea y su nivel de inteligencia sea tan infantil que aún tenga fe en ese tema.
Sin contar el frenazo que ha pegado la rubia que iba detrás mía para no comerme la trasera, del coche, que lo otro más le gustaría. Bueno es que era rubia natural. Y que no se me exalten las mujeres, porque salvo contadas excepciones, a la hora de manejar el vehículo son algo más torponas en general. Lo que no quita que nos puedan tapar la boca a los hombres a la hora de saberse el código de circulación, que sin duda lo harán.
Pero lo que más mola es ese tema, el de conjugar el código de circulación con el manejo del vehículo. Porque, según el conductor con el que te encuentres, las variantes son las siguientes:
–No se sabe el código y no sabe manejar: Ese día preferiría haberme quedado debajo de mi cama.
–No se sabe el código y sabe manejar: Este es el típico “Fitipaldi”, que llega a Madrid en un “plis plas”.
–Se sabe el código y no sabe manejar: Estos me encantan,
–Saberse el código y saber manejar: Esto es un mito. Lo llaman conducir.
Y todo esto viene a cuento de que no sabemos conducir. Os pensáis que soy un pesado pero no. Hoy a aprobado el carnet alguien del cuál el profesor avisaba que no aprobaría, y sin embargo ahí está con la “L”. Y lo que más jode es que alguien que sí se sabe el código de circulación, pero le cueste más manejar el vehículo, tenga que suspender y no sacarse el carnet o tardar más de lo previsto en sacárselo.
Vosotros y vosotras con quién preferís encontraros en un cruce sin señalizar, ¿con alguien que no sabe quién tiene la preferencia pero quizás pueda frenar en el último momento para no llevaros por delante, si es que para, o con alguien que sí sabe que tiene que parar en ese cruce y que viene parando desde lejos por si las moscas?
La única conclusión que se puede sacar de ésto es que “Spain is different”. Aquí cada uno hace lo que le sale de los mismísimos, y los políticos y dirigentes como Pere Navarro, director de la DGT, pasan del tema mientras tengan la hucha llena.
Dedicado a quien sabe conducir.
Imagen “Desmotivaciones”
