La compañía sueca Saab está pasando por malos momentos financieros, eso es algo que ya sabemos casi todos, pero han dado el último paso posible antes de la bancarrota para una empresa. Han entrado en concurso de acreedores, aunque en Suecia lo llaman protección por reorganización, aunque viene siendo lo mismo.
De este tema sabemos bastante en España, y personalmente también, así que será fácil explicarlo. Saab no va a la bancarrota de golpe, simplemente no pueden pagar a todos sus proveedores a corto plazo y se han echado en brazos del gobierno para que los ayuden. El gobierno pondrá a disposición de Saab, bueno mejor les impondrá, un administrador concursal para reorganizar las deudas que la marca sueca tenga y ordenarlas. Primeramente serán pagados los proveedores que estén en peores condiciones económicas, mientras que haya dinero en las cuentas de Saab. Las nóminas que falten por pagar a empleados, el gobierno de Suecia se hará cargo de ellas hasta que la empresa deje el concurso de acreedores.
Esta situación durará tres meses, prorrogables de tres en tres hasta cumplir un año si Saab no ha sido capaz de salir de esa situación. Las partes implicadas de Saab son las que están situadas en Suecia y afectan a Saab Automobile AB, Saab Automobile Powertrain AB y Saab Tools AB (lo de AB es como SA en España que significa sociedad anónima). Las demás divisiones de Saab fuera de las fronteras suecas seguirán operando con total normalidad, puesto que éstas no se ven afectadas por el ‘reorganizamiento voluntario’ que yo llamaría forzoso.
[…] malas noticias para el fabricante sueco de automóviles Saab. Si ayer, os informábamos de que Saab entraría en concurso de acreedores era una verdad a medias. El gobierno sueco aún deliberaba si la compañía automovilística […]