El Porsche 911 GT3 R, es el arma de la marca alemana para asaltar los circuitos. Y como todas las armas que se precien, necesita evoluciones. El modelo del que parte de calle acaba de ser sustituido por pura evolución natural, y desarrollar un modelo de competición desde esa nueva base va a llevarse su tiempo.
Mientras tanto, Porsche no se puede quedar atrás, y le ha hecho la que parece ser la última evolución al 911 GT3 R para no quedarse atrás y seguir siendo la punta de lanza en competición. Como se aprecia en el nombre está homologado para GT3 y se sitúa un escalón por debajo del RSR con especificaciones de GT2.
Los de Stuttgart han conseguido estirar el 4.0 litros y seis cilindros bóxer de cárter seco aún más, concretamente 20 CV adicionales que le entregarán al alemán 500 CV de potencia a las ruedas traseras. En cierto modo algo inútil, ya que en la mayoría de las competiciones donde participe, tendrá que utilizar una brida de admisión que no le dejará dar rienda suelta a todo su potencial.
Toda la transmisión se renueva, con una nueva configuración de levas tras el volante y un sistema de protección electrónico que hace el ‘punta-tacón’ el sólo. Al acelerar, el sistema se auto-corta para no reventar los palieres y con el mismo fin crea el punta-tacón al reducir marchas.