Hay días que preferirías no haberte levantado de la cama, y hoy vuelve a ser uno de ellos. La joya de Nissan y de muchos amantes del automovilismo es tan sagrada como las vacas en la India, pero hay gente que eso no lo entiende. Por ejemplo los japoneses de Abflug.
Con nombre de preparación al escupitajo con flema más grande del mundo, no podían hacer otra cosa si no que tunear el GT-R con honor a su nombre. O supongo que el nombre de la compañía lo habrán puesto al recordar el sonido que le produjo al jefe ver, mientras bebía un refresco, lo que habían preparado sus trabajadores.
Y encima se quedan tan anchos vendiéndote sólo el kit de ensanche, que si al menos se compensase con una potenciación del motor podríamos tragar, pero no. El GT-R es un coche bastante ancho por sí mismo, por lo que, supongo que al ver el GT-R de Ablfglfuglflg te harás popó encima sin piedad. El kit aerodinámico se las prometía muy felices y ha conseguido crear un gran pedazo de…GT-R.
Que no hay por donde cogerlo, ni si quiera por calidad. El diseño de la trasera parece sacado de una marca China que haya copiado al Audi R8, y he visto juguetes con taloneras mejor acabadas que las que monta el kit de ensanche de Ablgfug…ablfgufgu…los japos esos.
Creo que he dejado bastante claro que no me gusta, ¿no?. Pues me alegro.
Vía Carbuzz