Hoy nos vamos hasta las calles de alguna población andaluza, para ver el vídeo más inusual de todos. Porque desde luego, hasta que no veáis el final no vais a saber que es lo que intentaba hacer esta señora. Os pongo el vídeo y luego lo comento:
httpv://www.youtube.com/watch?v=mKlfbkVGJ7o
Sorprendidos, ¿verdad?. No os quejéis que es el pan nuestro de cada día. Por una parte tenemos a la típica persona que piensa que la calle es suya y puede pararse a hablar con quién quiera y donde le dé la gana. Y por el otro tenemos al que cree que las calles son para ir volando con el coche, que el tiempo es oro y que no puede esperar ni si quiera a la hora de correrse. Fijo que es eyaculador precoz.
Vayamos a por el Audi A3 rojo de la señora rubia, con nombre en clave “Mari”. La Mari, hacía mucho tiempo que no veía a su amiga Carmen, la señora con la que está hablando al principio del vídeo, y era todo un honor y un cúmulo de nostalgia volver a hablar con ella que ardía en deseos de preguntarle que tal le iba la vida. Y pasa lo que pasa, en pleno centro de ciudad, paras un segundo y montas un pollo que pa’ qué. Empieza la sinfonía de pitidos y por ahí no, la Mari es mucha Mari como para que le toquen el pito.
Empieza a realizar una serie de maniobras que desde luego hasta el final del vídeo no sé para que servían, y ese final fue el que puso de los nervios al “Calvodemierda” (nombre en clave por supuesto), el señor del Citroën Xsara que es objeto de el post de hoy. Cuando la Mari se baja del coche para abrir la cochera, la ira del Calvodemierda es tal, que sale disparado con su Xsara como si el mismísimo Sebástien Loeb se tratase.
Y claro, el orgullo de un hombre español no podía quedarse herido de esa manera por una mujer. El Calvodemierda, que ese es para mí su nombre, actúa como un cobarde y un sinvergüenza atacando y, por lo que se oye, destruyendo alguna parte del vehículo de la mujer. Desde luego, si esa mujer sale del coche, se lleva la galleta ella y entonces es ya cuando pierde la gracia.
El Calvodemierda, porque ese no es un señor, se ensañó con una mujer indefensa y encima cuando ésta se baja del coche huye como un cobarde. Si tuviste huevos para bajarte del coche, haber tenido huevos para quedarte allí y pagarle el espejo. Pero la Mari tampoco se puede ir de rositas. Primero porque obstaculiza, objeto de suspenso en un examen de conducir, y luego por tocar las pelotas con su actuación.
No justifico ninguna de las dos partes, pero si la Mari hubiese conducido bien, el Calvodemierda podría haber pagado su machismo con su mujer al volver borracho a casa.
Y que me tenga que ir a web’s extranjeras para ver esto…
Vía Carscoop