Este fin de semana en el Gran Premio de Sepang hemos presenciado la cara más amarga y dura del deporte, y más concretamente en el mundo del motor (y de la competición obviamente). Hemos sido testigos de la muerte de un piloto de MotoGP en lo que vendría a ser una curva normal, en la que un piloto, no quería caer al suelo ya que ponía en peligro su carrera, y por lo tanto su meta particular y la de su equipo. Básicamente los equipos y los pilotos están para eso, para competir y ser el mejor de todos. Pero eso no ocurrió este fin de semana, y la meta de Simoncelli fue trágicamente la de perder la vida en un circuito de MotoGP (mucha gente afirmaría que el murió haciendo lo que más le gustaba).
La seguridad en los Grandes Premios cada vez va a más, más medidas de seguridad, mejores condiciones, mejores protecciones, mejores coches de seguridad… todo es mejor. Pero una cosa no mejora, y es que estamos hablando de que por norma general, un piloto de Formula 1 rondará los 300 km/h en cualquier recta de un Gran Premio, al igual que las motos, y a diferencia de estos dos, los rallys también tienen lo suyo, cuando van a más de 150 km/h por carreteras estrechas o con arboles a los alrededores de la trazada. En definitiva, es un riesgo que los pilotos saben que tienen ahí. Que posiblemente pueda ser el día más importante de sus vidas ganando la carrera, la vuelta rápida o el campeonato, o que quizás también puedan perder gracias a una lesión o que quizás también puedan perder la vida debido a un accidente.
Simoncelli se une a la larga lista de grandes pilotos que han “caído en combate” como por ejemplo Tomizawa, de 19 años, que fallecía el año pasado en Misano, en una carrera de Moto2. O por ejemplo Daijiro Kato que falleció el 19 de Abril de 2003 en Suzuka, debido al choque con un muro de contención. Hasta esa fecha, pocos han sido accidentes tan trágicos como estos, ya que nos tendríamos que remontar hasta el 1 de Mayo de 1993 para revivir otro momento nefasto otra vez otro japonés y en Jerez de la Frontera, donde se despidió al piloto de 250cc Nobouki Wakai.
Ahora nos quedan tiempos difíciles, en los que será difícil olvidar la marcha del joven piloto italiano, y ahora corren rumores como por ejemplo el de Rossi, del que se cree, está valorando la retirada después de lo sucedido.
Pero volvemos a recordar, que esto es un deporte de competición, con maquinas rápidisimas en las que ganar un segundo es parte vital del juego y conseguir una posición mejor que otro es fundamental. Pero recalcamos, que la clave, la ha dado muy acertadamente el jefe de seguridad de MotoGP, Franco Uncini, que en rueda de prensa, aseguraba “No se puede evitar la fatalidad en un deporte como este”.