Hay coches que sirven para algo más que para llevarte del punto A al punto B, es más, personalmente pienso que si para eso quieres un coche mejor comprate un bonobús que te sale mucho más barato. Pero claro, el dinero da poder adquisitivo, que no inteligencia como a aquel que decidió darse un baño con su Enzo, o al señor que nos trae hoy de cabeza.
El señor Tom Wellmers se graduó en la universidad en 1955, y sus padres decidieron hacerle un regalo especial. Les sobraba el dinero, y como por entonces no había Twingos o Ford Ka para aprender a conducir, le regalaron un Mercedes 300 SL Gullwing. Que bien lo pasaría el señor Tom con el cochecito, tanto que no paró hasta romperle la transmisión. Como era su regalo de graduación, decidió no deshacerse de él, dejándolo guardado en el garaje de su casa durante 40 años, nada más y nada menos.
Ahora Rudi Koniczek, de Rudi & Company, lo ha encontrado y su alegría al verlo ha sido inmensa. Este señor se dedica a restaurar los Mercedes 300 SL Gullwing (alguno distinto caerá, que si no el negocio va a ir un poquito mal), y ha cogido el coche para restaurarlo completamente.
En realidad el comprador del 300 SL “alas de gaviota” ha decidido permanecer en el anonimato, pero el señor Tom de 80 años de edad le ha puesto como condición al comprador de que lo restaure para quedarlo completamente nuevo.
Quizás para Tom sea más importante ver su coche moviéndose de nuevo, que es lo que realmente un amante de los automóviles desea. De todas formas no creo que para sus nietos le vengan nada mal los 2.5 millones de $ en los que se tasan los demás 300 SL, así que por poco que haya sacado, un buen pellizco si que tendrá.