Puede que sea un juguete divertido, pero desde aquí ya veíamos que era un bicho muy raro. Esta semana Mizuno-san ha estado en Silverstone para hablar del nuevo GT-R (mmm … acercándose a los 560 CV …) y los periodistas no tardaron en preguntarle por el nuevo hermano del GT-R
Los japoneses suelen ser muy diplómaticos y sensatos, pero Mizuno-san no se cortó un pelo. Para Mizuno-san el Juke-R es un hijo bastardo, parece que nos ha oído, y que ni siquiera su equipo de desarrollo del GT-R estaba al tanto de este prototipo. Quizás eso fuera lo que más le molestaba, que fuera un trabajo de Nissan Europa y que no le avisaran para nada, porque aparte de todo eso no quiso meterse más con el Juke-R hasta que lo probara en la pista.
Desde luego han conseguido dejarlo visible, porque los primeros bocetos asustaban. Pero a mí sigue sin convencerme. Será la típica pataleta de niño de no comerse lo que su madre le pone en el plato, aunque sea un bocadillo de jamón, por no haberlo probado nunca. Seguramente vaya como la seda ya que el GT-R es un coche magnífico, pero es que el Juke nunca me ha entrado.
Ni si quiera le entró a Nissan, porque ha superado todas sus expectativas de producción. Si ni la propia marca confiaba en el modelo, es que muy bonito no era. Pero cosas del mercado, lo mismo lo adoran que lo odian. Pasa igual con la fiebre del iPhone, fiebre de comprar un teléfono móvil de 800 €, cosas lógicas y normales por supuesto.