Seguro que los fans del cantante se han asustado (si es que hay alguno). Pero no, no ha sido el cantante español. El Ferrari en cuestión pertenecía a un narco colombiano que fue encarcelado en EEUU hace unos cuantos años. Luis Gómez Bustamante, es el narco en cuestión, y el vehículo le fue decomisado en el 2007 por la policía colombiana.
Desde entonces el vehículo ha estado bajo la tutela de la oficina antidroga de Colombia sin saber qué hacer con él. Y bueno, como los policías de allí son como los políticos de aquí, hacemos recalificaciones de terreno y nadie se entera, pues aquellos vehículos de alta gama acababan desapareciendo de las oficinas sospechosamente. Como solución optaron por intentar venderlo en subasta pública ya pintado con los colores de guerra.
La policía Colombiana había valorado esta joya en 250.000 $, unos 180.000 € al cambio, y por ese precio si hubiera podido salir de Colombia se hubiese vendido nada más salir. El problema es que quién compra el coche de un narcotraficante. Teniendo en cuenta los antecedentes de esa gente, pues nadie va a jugarse el cuello por un coche.
Ahora servirá a la patria colombiana seguramente para transportes especiales como los Lamborghini Gallardo de la Polizia Italiana, o por lo menos para darle un buen palo a los narcos.