Creo que la imagen es más que expresiva y explica con claridad lo que significa facepalm para el que no lo sepa. Esta es la sensación que se me ha quedado al saber que el gasóleo está más caro que la gasolina, por segunda vez.
España, y muchos países de Europa en general, son muy petroleros, lo que quiere decir que nos encantan los coches diésel. Esto lo saben las petroleras, y aunque la gasolina es más difícil de fabricar técnicamente, está más barata que el gasóleo. Según el último boletín sobre el precio del petróleo de la Unión Europea, la gasolina cuesta de media en las estaciones de servicio europeas 1,31 €/litro, mientras que el gasóleo está a 1,316 €/litro. Serán diferencias “insignificantes” pero todos sabemos que al llenar el depósito se acaba notando.
Nos comprábamos los coches a gasoil aunque fuesen más caros a igualdad de potencia y equipamiento que uno de gasolina porque su combustible era más barato, necesitaban menos mantenimiento, e incluso consumían menos. Poco a poco hemos ido abriendo los ojos.
El mantenimiento, sí necesitan menos mantenimiento en general, pero cada vez que hay que cambiar algo es para echarse a temblar. Sólo las diferencias de precio entre filtros de gasolina y de gasoil asustan. Por ejemplo, el filtro de un Peugeot 307 1.4 gasolina de 90 CV cuesta 7 €, mientras que a igualdad de potencia en diésel siendo un 1.6 HDI son 30 €, y eso que he ido a lo barato. Si le sumas a esto que el gasóleo está más caro que la gasolina, y que incluso hay coches a gasolina que consumen menos que ciertos petroleros, la capacidad de amortización de un coche diésel a uno de gasolina se va esfumando.
Y si los escalofríos que te ha producido esto te parecían pocos, ahora os cuento que pasa con el GLP. El GLP se está abaratando, ahora mismo está a 0,714 €/litro de media y con una “sencilla” adaptación cualquier coche a gasolina podría utilizarlo. Sin hablar de comprarse un coche directamente a GLP con la de ayudas por ecologista que dan las marcas y el gobierno.
Vía Motorpasión