Audi, dichosa Audi. Hace unos coches realmente buenos, aunque esté destrozando mis principios ahora mismo. Y esto es una larga explicación que va desde la estética de los modelos, hasta el propio chasis de los mismos.
La marca alemana ha sido muy criticada globalmente, sobre todo, desde la presentación de su última renovación para el Audi A4. O debería decir mini-A6. Ese es el problema, que todos sus modelos siguen un mismo patrón, que aunque todas las marcas hagan lo mismo para mantener unas líneas maestras, en Audi se convierte en un juego para descifrar qué modelo es.
Tan marcadas están las mismas líneas en todos los modelos, que han conseguido amansar la bravura del mismísimo Lamborghini Gallardo. ¿O es que a alguien le parece tan impactante un Audi R8 como un Gallardo? No nos engañemos, porque no. El R8 puede ser una máquina perfecta para ir a por el pan y a la vuelta pasas por Nürburgring marcando un tiempazo, sí, pero no tiene alma.
Audi sabe ésto, y como las criticas malas no le gustan a nadie, están trabajando en algo para cambiarlo. Desde luego, es inimaginable que van a hacer con este pequeño gran problema, pero hay dos posibilidades más o menos definidas para las líneas de los futuros modelos.
La primera de las posibilidades pasa por un Audi Exclusive más exhaustivo, por así decirlo. El Audi Exclusive es un programa de personalización del vehículo para cada cliente, pero ésta vez se utilizaría para dotar de algún tipo de diferenciación a cada modelo. La segunda posibilidad es la más lógica y más natural, que han decidido llamarla AQR. Esto es el acrónimo de Audi Sedán, modelos Q y modelos R. Cada segmento, modelos o AQR (por ejemplo A4) tendría sus propias líneas, siempre sin dejar de inspirar unas líneas maestras que recuerden que todos los AQR son de la misma marca. Lo que viene siendo lo que han hecho desde siempre las demás marcas, pero que parece que en Audi se olvidaron de que el copy-paste no valía.
Vía Motorpasión