Los buggys que se utilizan en los campos de golf para transportar a las personas y a los palos son vehículos pequeños y lentos. Básicamente sólo tienen una función bastante práctica, transportar de un punto a otro sin más dilación. Es por ello que no transmiten emoción ni diversión alguna, porque como acabamos de decir, son lentos y algo aburridos. Ésto mismo ha pensado Rhys Millen, un piloto norteamericano de Drifting que compite en el equipo Red Bull. El señor Millen quería ir a jugar al golf con unos amigos, pero él está acostumbrado a muchas emociones fuertes, y la velocidad corre por sus venas, por eso, no podía ir en un simple buggy.
Así que ha cogido uno de los coches del trabajo, no, el Hyundai Genesis Coupe con el que suele competir de lado no, sino un Veloster bien “preparadito” para cualquier terreno, que suele utilizar el piloto para competir en competiciones de Rallycross. Ya sabéis como se las gastan este tipo de pilotos, hacen una gymkhana o corren en cualquier lugar sin problemas, y dónde menos te lo esperas. ¿Creíais que el señor Millen iba a ser menos?. Ya veréis en el vídeo lo bien que se lo pasan, pues hacen de todo menos jugar al golf. Es más, incluso intentan meter una pelota en el hoyo con la ayuda del propio Hyundai Veloster, y hasta que no lo consiguen no paran.
Lo dicho, es difícil que en una actividad de ocio como ésta, un piloto como Rhys Millen se olvide del trabajo y se conforme con realizar dicha actividad como el resto de personas. Y es que le pasa como a Ken Block, le encanta poner a prueba los coches que le ponen a su disposición, y de paso hacer una buena publicidad de ellos de una forma única.