Las limusinas han sido desde siempre un símbolo de estatus social, los poseedores de una limusina suelen ser estrellas de la televisión y de la música, hombres y mujeres de negocios o incluso en algunos casos, personas con importantes cargos políticos. Sin embargo, una limusina para muchos, es una herramienta de trabajo, que puede llegar a producir una importante cantidad de beneficios. Ya sea para eventos especiales, despedidas de soltero o para viajes, se pueden alquilar limusinas por un módico precio, y muchas son las empresas que se dedican a alquilarlas.
Pero, ¿cómo las compran?, y ¿qué clase de limusinas compran?, pues el objetivo principal es comprar un limusina llamativa, que parta de un coche de lujo, o de un todocamino que llame la atención. Sin duda alguna, muchos son los candidatos que se pueden escoger para realizar una limusina, o en su defecto, comprarla ya hecha. Porque al fin y al cabo, si compramos una limusina de segundamano iniciar un negocio de éste tipo será más sencillo.
Hoy os hablaremos de la forma más económica de hacerse con una limusina, y de los modelos más baratos que se pueden encontrar en el mercado. Indagando por la red podréis encontrar varias web que se dedican no sólo a alquilar limusinas, sino también a venderlas, ya sean matriculadas en nuestro país, o exportadas de otros países. Pero como os acabamos de decir, veamos la forma más económica de hacerse con una, por lo que la importación, es una opción que es mejor descartar.
Así pues, dentro de los modelos matriculados, el más común de limusina que nos podremos encontrar con más facilidad en el mercado de segundamano nacional es la Lincoln Town Car, y es que quizás sea el modelo de limusina más vendida del mundo. La primera generación de la Town Car, suele estar entre los 10.000 y 15.0000 euros, y la segunda generación entre los 20.000 y 30.000 euros. Éstas serían las más baratas, ya que el restyling de la segunda generación alcanza precios más altos. La segunda generación tiene una antigüedad de entre diez y trece años, y la primera generación entre dieciocho y veintidós años. Es importante destacar, que casi todas tienen un kilometraje bastante alto.
Al precio tendríamos que sumarles los costes de mantenimiento, los seguros y demás, por lo que éste tipo de vehículos usados, como hemos dicho, son adecuados para un negocio, pues para uso personal, el que pueda permitírselo, seguramente se decante por algo con menos uso. Eso es lo que veremos en la próxima entrega de ¿Cuánto nos puede costar una limusina?, ya que os hablaremos de modelos nuevos y de sus precios, que para nada se asemejaran a los que os hemos mostrado hoy.