Vamos a demostrar que somos tontos definitivamente no sólo comprándonos un SUV, de “lujo”, encima diésel, y que quiere engañar nuestros sentidos. Esto es básicamente la fiebre compulsiva a la hora de comprar, es un Shut up! and take my money! en toda regla. Y es que ya nos tragamos cualquier chorrada.
Supongo que ya conoceréis el Maserati Kubang, aquí lo presentamos en el Salón de Frankfurt de 2011, y para resumir la marca italiana tiene pensado montarle un motor diésel al SUV. Un buen petrolero como todo SUV que se precie.
Ya no me meto en que lleve un diésel o no, porque primero está en que es un SUV y encima lo hace Maserati. Eso es como mínimo una herejía ya en sí, pero lo peor viene con lo que Maserati pretende hacer para que el mastodonte no suene tanto a tractor.
Y es que podrían montar un sistema de sonido que camufle el motor del coche para sonar más deportivo. Sí, como el sistema que lleva el nuevo BMW M5 para intentar recuperar los dos cilindros que se le han caído del V10. Pero intentar camuflar un tractor va a ser más difícil.
El coche puede gustaros más o menos, yo hasta le encuentro su punto si me tiro al barro y no pienso que es un Maserati, pero está claro que están perdiéndole el respeto a los amantes de los coches. Un Maserati, como los de antes, son coches que se mantendrán durante décadas porque son joyas rodantes, no productos consumibles. En el caso de aguantar más de 60 años y se subaste, no creo que llegue ni a la décima parte por lo que se subastó el Ferrari 625 TRC Spider.
Juan says
Parece ser que ahora casi todas las marcas quieren ser comerciales, y Maserati, que ha visto el “chollazo” que hizo Porsche con el Cayenne, también quiere probar. Eso sí, al menos Porsche introdujo el Cayenne Diesel años más tarde del lanzamiento del mismo, no nada más presentarlo…