Medalla de oro olímpica en las carreteras españolas: cazado a 219 km/h y drogado

Esta noticia es increíble, porque ayer mismamente, a las 16:35 de la tarde, fue cazado un conductor a 219 km/h en plena operación salida de Agosto. Algo casi inverosímil teniendo en cuenta el tráfico que debe de haber en las carreteras españolas. Y sí, era hombre, pero no un jovenzuelo precisamente.

El señor X fue cazado en la A-2 a la altura de Cervera, y cuando le dieron el alto fue acusado de un delito contra la seguridad del tráfico, aunque yo más bien lo calificaría como intento de suicidio. Lo mejor viene cuando los agentes de la benemérita le realizan el drogotest que tienen preparado desde hace unos meses, dando positivo para cannabis y cocaína. A todo aquel que haya sacado la escopeta para fusilar al chaval hay que informarle de que el cahavalín tiene 50 primaveras.

Este señor se llevó la medalla de oro porque tendrá que responder ante un juez por lo que ha hecho, aunque más tarde pasó por el mismo punto otro conductor que solo alcanzó la medalla de plata por sólo ir a 212 km/h. En ese tramo, a partir de 214 km/h se hubiese considerado delito y tendría que darle explicaciones al juez teniendo en cuenta que lo de “tenía la sartén en el fuego” no vale.

Es cierto que en plena autovía un radar… pues sobra, pero en casos como éste vale su peso en oro (si no lo vale ya). Con actuaciones como las de estos señores les damos pie a que cojan como estandarte estas locuras para colocar los radares donde les salga más rentable. Hay que reconocer que hay puntos concretos en las autovías o autopistas, en las que circular a 140-150 km/h no supone ningún peligro. Pero una cosa es eso, y otra que circulemos por la carretera como auténticos cafres.