Cuando Mitsubishi lanzó al mercado el i-MiEV, uno de los eléctricos más populares del mercado a nivel mundial, el grupo PSA no tardó en firmar un acuerdo con la marca japonesa para que cada una de sus dos marcas tuviera un clon de este eléctrico. Nacieron entonces el Citroën C-Zero y el Peugeot iOn, que eran exactamente el mismo producto que el de Mitsubishi, a excepción de escasos detalles que meramente los diferenciaban entre sí.
Un plan que parecía prometedor para el grupo PSA, que gracias a Mitsubishi podía ofrecer en la gama de cada una de sus marcas un vehículo totalmente eléctrico. Un vehículo cuya fabricación era cosa de Mitsubishi, lo cuál no suponía un coste considerable para PSA. Y decimos que la fabricación era cosa de Mitsubishi porque desde hace unos días ha dejado de serlo. La razón no es otra que la falta de ventas, que dada la situación económica que sufre Europa y la lenta aceptación que están teniendo los vehículos eléctricos, no es para nada de extrañar.
De todos modos, parece ser que este cese es temporal, al menos así lo han confirmado Peugeot y Mitsubishi. Suponemos que tendrán stock suficiente para sofocar cualquier tipo de demanda, y más teniendo en cuenta que desde que se inició la producción de este trío, Mitsubishi ha fabricado un total de 28.000 unidades, que parece ser que son pocas para lo que tenía previsto el fabricante japonés.
En sus primeros seis meses en el mercado europeo, Peugeot consiguió vender un total de 852 unidades del iOn, y Citroën 935 unidades del C-Zero, según datos de JATO Dynamics. Podemos suponer que desde entonces no han aumentado demasiado estas cifras, por lo que es comprensible que PSA no quiera decir aún a ciencia cierta la fecha en la que retomarán la fabricación de sus dos eléctricos de origen nipón. Lo que si se sabe es que este cese no afectará a la fabricación del Mitsubishi i-MiEV, que de momento se seguirá produciendo en la planta japonesa de Mizushima.