La industria de las limusinas no conoce límites de ningún tipo, hemos visto un Audi R8 limusina, un Nissan Leaf limusina, e incluso ¡un Dacia Duster limusina! ¿Podría entonces existir algo más traumático? Podemos decir que un Nissan Leaf limusina y un Dacia Duster limusina dejan el listón bastante alto, pero ver a todo un Dodge Challenger convertido en limusina, puede llegar a ser incluso más dañino que los otros dos.
Uno de los deportivos norteamericanos más deseados del momento, ha sido alargado como si de un chicle se tratase. Sin duda alguna como os decimos, la industria de las limusinas no tiene límites, y éste desdichado Challenger es una buena muestra de ello. Un deportivo cuyo motor V6 ha perdido facultades con estos centímetros que ha ganado de más, otra razón por la que como limusina, pierde en gran medida su encanto.
Sentimos deciros que aquí no queda la cosa, pues además de ganar en longitud, y de perder en rendimiento, éste “glamuroso” Challenger tiene unas puertas traseras de alas de gaviota, tal y como lo podéis ver en las imágenes. Si todo ésto os puede seguir pareciendo poco, no tenéis más que sumergiros en su interior, que parece una auténtica discoteca, en el que las luces de neón cobran un gran protagonismo.
Después de todo, lo que podemos decir que más nos ha llamado la atención, es que ésta limusina está en venta, por nada más y nada menos que 79.995 dólares, que vienen a ser unos 61.000 euros. Teniendo en cuenta que un Challenger básico nos puede costar unos 25.000 dólares, podemos decir que no le han inflado demasiado el precio, como sucede con otras limusinas.
Sea como sea, nosotros desde luego preferimos el modelo normal, con su comportamiento atlético y su furia descontrolada. Con esos dólares de más, mejor optar por un motor más grande, que Dodge lo ofrece por si el de serie, nos sabe a poco.
Vía Carscoop