Comprar un Ferrari no sólo significa que estás comprando un coche que no cualquier persona se puede permitir, sino que también te estas comprando un coche totalmente diferente al resto. Pero no por ello hay que pensar que porque un Ferrari sea muy diferente, no cuente con otros elementos o extras como los que podemos encontrar en coches más comunes.
Actualmente, en muchos modelos de la gama Ferrari podemos encontrar elementos comunes como el ISOFIX, o una pantalla en el centro de la consola. Poco a poco la marca italiana ha ido añadiendo a su gama de modelos elementos que hacen que un Ferrari no deje de ser práctico por el mero hecho de ser un deportivo de infarto.
Así que a estas alturas, no nos tiene que sorprender que la marca del caballino haya añadido al catálogo del modelo más potente de su gama en la actualidad, el FF, un techo panorámico de cristal. Por tanto, el FF no sólo se convierte en el primer Ferrari en tener tracción a las cuatro ruedas, sino también en el primer Ferrari en tener la opción de equiparse con un atractivo techo de cristal panorámico.
Este techo no se puede abrir, pero igualmente, el afortunado que decida pedirlo en su FF podrá disfrutar de una mayor sensación de libertad, y de una conducción más abierta y natural. Eso sí, a pesar de compaginar sin problemas con la estética del FF y de hacer más atractiva su conducción, este techo supone un aumento de peso para el deportivo italiano. También aumenta el centro de gravedad del mismo, pero vamos, que con 660 CV, no creemos que se vaya a notar mucho ese aumento de peso.
Otra pega es que el techo es de una sola pieza, y que prácticamente es todo el techo del coche. Igualmente, sobre estas pequeñas pegas, están las sensaciones y las impresiones que produce, por lo que en nuestra opinión, poner a disposición este techo, es todo un acierto por parte de Ferrari.