A finales de los años sesenta, Citroën y Maserati firmaban un acuerdo gracias al cuál, un modelo de Citroën podría portar un motor de la marca del tridente. El motor elegido sería un V8, el cuál prescindiría de dos de sus cilindros para ser convertido en un V6, que propulsaría a un fantástico coupé de diseño único e indescriptible.
Este coupé fue bautizado como SM, y el encargado de su diseño fue el ilustrísimo Robert Opron, que como decimos, trató de darle a este automóvil un aspecto sencillamente inigualable, que no tardaría en enamorar a muchísimos y a muchísimas entusiastas.
Su motor V6 le hacía desarrollar una potencia total de 170 CV, y alcanzar una velocidad máxima de 220 km/h. Una estética muy singular unida a un motor potente, el SM parecía sin duda alguna ser un automóvil excepcional, pero como dice el dicho, no es oro todo lo que reluce. Y por desgracia, éste era el caso del SM, que a pesar de presentar un diseño muy llamativo, pecaba de tener una mecánica propensa a causar errores.
Tener un motor V8 reconvertido en V6 hizo que la fama del SM fuese un tanto negativa, ya que no se modificó el ángulo de bancada y eso llevó a que el equilibrado del coche no fuese el adecuado. Pero a pesar de sus defectos, el SM fue un automóvil muy virtuoso, que contaba con la presencia de un equipamiento muy completo, en el que se podían destacar elementos como faros direccionales, elevalunas eléctricos, suspensión hidroneumática o discos de frenos entre otras cosas.
Por ser un coche tan importante en la historia del automóvil, y más en concreto, en la historia de la marca francesa, hemos querido recordarlo, y traeros un vídeo en el que podáis conocerlo un poco más de cerca. El vídeo que hemos seleccionado está narrado en francés, pero que no se preocupen los que no se familiaricen con este idioma, porque con sólo ver las imágenes tendréis más que suficiente.