Algunos de los mejores ejemplos de berlinas que reflejan la forma y el espíritu de un coupe, los encontramos en marcas alemanas, tales como Mercedes-Benz o Volkswagen. La primera de ellas nos sorprendía en el año 2004 con el lanzamiento de un modelo de estas características que sería bautizado como CLS. El CLS combinaba de una forma extraordinaria la elegancia de de una berlina de segmento E, con el espíritu deportivo de un coupé de alta gama.
Además, su gama de motores lo dotaban de un mayor nivel de deportividad y de soberanía, convirtiéndolo sencillamente en un producto único. Como era de esperar, su precio no era precisamente asequible, y mucho menos los precios de sus variantes AMG, conocidas como CLS 55 AMG y CLS 63 AMG. No hace falta decir que ésta última era la variante más potente de todas las ofrecidas en este modelo, pues equipaba un motor V8 de 6,3 litros que desarrollaba una potencia total de 514 CV de potencia, y con el que podía acelerar de 0 a 100 en tan sólo 4,5 segundos.
Con estas cifras el CLS 63 AMG era capaz de enfrentarse a muchos deportivos de su época, obteniendo una victoria asegurada en muchos de los casos. También hay que destacar que gracias a sus aspiraciones atléticas y a su nerviosismo, muchos preparadores lo usaron como base para modificaciones de todo tipo.
Para recordar un poco a este modelo que tanto furor causó a mediados de la década pasada, os hemos querido traer un vídeo publicado por la propia marca de la estrella, en el que la variante más brutal de serie de la primera generación del CLS, nos cautiva sin “despeinarse”. Y aprovechando que resurgimos este modelo, nos gustaría preguntaros: ¿Qué generación del CLS os gusta más?, ¿la primera o la segunda? No podéis negar que la primera tenía cierto encanto del que carece la segunda, ¿no creéis?