Cada vez son más los modelos que se están volviendo un producto global, que no sólo están pensado para abastecer a un mercado, sino para todos los mercados en los que la marca tiene presencia. Un buen ejemplo lo tenemos con el nuevo Ford Mondeo, que llegará muy pronto, y será prácticamente el mismo modelo en Europa que en Estados Unidos, aunque en este último lugar su nombre será diferente. La cuestión es que globalizar un modelo, hace que dicho modelo sea más rentable, que se aproveche más su línea de producción, y de paso, que la gama de la marca sea más amplia.
Esto es algo que Toyota tiene muy claro, por eso después de exportar el Toyota Venza a mercados como el surcoreano, ha pensado que no sería mala idea exportarlo también a otros mercados como el europeo. Eso sí, dadas las características del Venza, la marca japonesa no ha querido precipitarse demasiado, y sólo ha escogido dos mercados del viejo continente para vender el Venza, concretamente el ruso y el ucraniano.
Desde este mimo año, los residentes en Rusia y en Ucrania tendrán la opción de poder comprar un Venza en sus concesionarios. De este modo, el Venza se une a la lista de modelos fabricados en Estados Unidos que se venden en mercados europeos. Modelos como el Honda Pilot o el Mazda CX-9, que ya se venden en países como Rusia, dónde tienen muy buena aceptación. La marca japonesa espera que el Venza no sea menos, y pretende vender en el primer año unas 5.000 unidades del mismo entre los dos países.
De momento no se han confirmado más mercados europeos además de estos dos, pero no podemos descartar tan rápido la idea de que pudiese llegar a otros lugares. Después de todo, no olvidemos que Ford anunció hace relativamente poco que traería el Ford Edge a Europa, un modelo que en Estados Unidos es uno de los principales rivales del Venza.