Hace tiempo leí, en palabras de un ingeniero de Saab, que un coche de tracción delantera no sería viable que tuviera más de 250 CV de potencia. Pues bien, esa barrera teórica ya ha sido superada por coches de serie como el Ford Focus RS, no sin problemas todo sea dicho de paso.
El dueño de este Golf Mk1 tiene una cara de ruso que no puede con ella, pero es alemán. Aún así, si cambiamos el previsible vodka por una buena cerveza alemana, no me extraña que haya sido capaz de sacarle al motor 2.0 l de 16 V un total de 736 CV. ¿Y qué hacemos con todos estos potros? Pues lo más lógico posible, mandarlo a la tracción delantera.
La preparación se basa principalmente en el enorme turbocompresor Garrett GTX3582R que ha sido instalado en el vano motor, tornillos de sujeción de la junta de culatas hechos de hueso de Dios, y si consigue hacer el 0-100 km/h en 5 segundos como asegura su dueño, un Mamut en la parte delantera del Volkswagen.
Ver como el dueño intenta controlar ese pequeño pero matón Golf cuando le pisa un poco el acelerador, no tiene desperdicio ninguno, pero aunque en el vídeo todos esos acelerones se vean seguidos, estoy más que seguro que el dueño habrá dejado entre los golpes de gas un tiempo de recuperación por el bien del motor. Más que nada, porque hubiésemos escuchado la explosión hace días.
httpv://youtu.be/qcz46RzTMu4