Movido Gran Premio de Malasia de Fórmula 1 hemos tenido este fin de semana. Vettel consiguió en el día de ayer la pole, flanqueado por los Ferrari de Massa y Alonso respectivamente. Pero la suerte a los italianos se les acabó a las primeras de cambio, con un Massa en su línea mediocre -como siempre- y un Alonso con el ego subido que, tras un toque con un Red Bull nada más salir, rompió el alerón delantero y no quiso entrar a repararlo en la primera vuelta. Apenas llegó al final de recta, puesto que la presión del aire hizo el resto para que el alerón se desprendiera marcando un 0 en la carrera 200 del asturiano.
A partir de ese momento, la carrera fue casi un paseo de rosas para Vettel, salvando los primeros compases que tuvo que lidiar con neumáticos de seco antes que los demás pilotos, lo cual acabo acercando a su compañero Mark Webber tras las paradas en boxes, con el cuál acabó teniendo una lucha fratricida. Mientras que Webber lideraba la carrera, las órdenes desde Red Bull para ambos fueron las de mantener la posición, pero Vettel se sublevó y consiguió pasar a un Webber que no le ponía tampoco las cosas fáciles a su compañero. El australiano mostró su descontento al terminar la carrera, y en Red Bull se encuentran con un problema de importantes dimensiones.
El que era líder del campeonato, Kimi Räikkönen, tuvo una mala clasificación y saldría décimo tras una penalización de tres posiciones por obstruir a un rival en la clasificación. Finalizaría la carrera en séptima posición tras su compañero Romain Grosjean. Los McLaren siguen decepcionando, puesto que sólo Pérez consiguió terminar la carrera y en novena posición.
La nota humorística de la carrera la puso Hamilton, que se equivocó de boxes y entró en el de McLaren en mitad de carrera. Por suerte no le impidió terminar en el podio, ocupando el tercer cajón, seguido de su compañero Nico Rosberg que sí cumplió las órdenes de equipo y no adelantó a Hamilton.