Cómo nos vamos a acordar del cero de Malasia en el casillero de Alonso al final de temporada, porque lo del asturiano hoy en el circuito de Shanghái ha sido un completo paseo en su F138. No ha tenido rival, y cuando el equipo le pedía que no empujase, él marcaba vuelta rápida asegurando que no estaba apretando. Increíble.
Detrás del piloto de Ferrari, el espectáculo ha sido tremendo empezando por el podio. Segundo ha sido el finés Kimi Räikkönen, con la nariz de su coche rota desde los primeros compases de carrera tras un toque con Sergio Pérez. El equipo decidió no cambiar el frontal del Lotus por estar en plena lucha con Hamilton en ese preciso momento, y les ha salido bien la jugada. No obstante, es un daño que afecta mucho al rendimiento aerodinámico del coche, sólo de imaginarnos la posible lucha entre Fernando y Kimi si el finés no hubiese tenido el daño en el morro se nos hace la boca agua. Tercero en discordia ha sido el poleman Lewis Hamilton.
Casi una decena de pilotos se han visto involucrados en una misma llamada a revisión tras la carrera por los comisarios, todos por usar el DRS en zona de bandera amarilla. Por suerte ninguno tendrá sanción porque el problema ha sido del sistema, y no de los pilotos.
Lo de Marke Webber con Red Bull no tiene nombre ya, y es que han vuelto a sancionar al piloto y al equipo, al primero por un toque con Jean-Eric Vergné, y al equipo por lanzar a pista al piloto de forma insegura. Webber tuvo que retirarse por que perdió una rueda del monoplaza en plena curva, en realidad sí que tiene nombre esta situación.