httpv://youtu.be/ZPzZgVftK4Q
Hace unos meses el huracán Sandy azotó la ciudad de Nueva York, cosa que pudimos presenciar casi en directo. La naturaleza dejó tocados los bienes materiales de la ciudad, edificios con los tejados arrancados, alguna que otra ventana y puertas “nuevas”, y de toda la fauna material los coches no pasaron desapercibidos para el temporal.
Muchos de ellos, tranquilamente aparcados, se vieron completamente inundados, e incluso Tesla tuvo problemas porque algunos modelos eléctricos esperando para ser entregados a sus dueños salieron ardiendo a causa de un fallo eléctrico por culpa del huracán.
Uno de estos coches que sufrió la embestida del huracán Sandy fue este Bentley Continental GTC negro que vemos en el breve pero intenso vídeo que encabeza el artículo. El dueño dejó aparcado su precioso Bentley tranquilamente, pero el temporal lo “destrozó” -suponemos que no arrancaría- y el buen conductor de la grúa tuvo que llevárselo.
Lo que no sabemos es si al señor gruísta también se le quemó la circuitería interna del cerebro por culpa del huracán, ya que no es muy común ir arrastrando por la calle un coche de 200.000 €.
Como diría el gran Gila, “Alguien va a tener que dar explicaciones a alguien”.