A principios de los noventa, Volvo cesaba la comercialización de su coupé más representativo por aquel entonces, el 780 Bertone, dejando en su gama como única opción coupé al pequeño 480, que finalizaría su comercialización a mediados de la misma década. Así que la marca sueca se pondría manos a la obra para desarrollar un nuevo coupé que fuese mejor que el 780 Bertone, y que además, cubriese la marcha del 480, quedándose como único coupé de la gama.
Nacía así el primer C70, que se presentaba por primera vez en el Salón del Automóvil de París de 1996, siendo la principal novedad del stand de Volvo en dicho certamen. El C70 adoptaba la plataforma del Volvo 850, por lo que ofrecía la suficiente longitud para ser un coupé elegante, a la vez de deportivo (tenía una batalla de 2660mm). Además se desarrolló una variante descapotable, para así hacer su oferta más amplia.
De serie contaba con el encanto y la majestuosidad de un Volvo, pero además, tenía ese toque deportivo que lo convertía en un auténtico coupé. Y si su diseño, obra de Peter Horbury, no parecía suficiente deportivo, ya se encargaba su gama de motores en otorgarle suficiente deportividad para satisfacer la demanda de cualquier cliente que se interesase por él. Eso sí, todas sus motorizaciones eran de gasolina, y se comprendían entre 2 y 2,4 litros de cilindrada. Éstas se podían combinar con una caja de cambios automática de 4 velocidades, otra de 5, y una manual de también 5 velocidades.
El modelo más potente fue el C70 T5, que equipaba un motor de 2,3 litros, que desarrollaba una potencia total de 240 CV, y que se podía combinar tanto con la carrocería coupé como con la descapotable. Para que podáis ver en movimiento a éste carismático modelo de la marca sueca, os dejamos a continuación una prueba de mano de MotorWeek, realizada en 1997, en la que prueban la variante más potente de éste modelo con carrocería coupé.