Después de que circulasen ciertos rumores de que Ford cerraría sus fábricas en Australia, y con ellas, la producción del Falcon y del Territory, la propia empresa confirmaba lo que muchos se temían en un comunicado de prensa oficial. El encargado de dar la mala noticia era Bob Graziano, CEO de Ford en Australia, que aseguraba que era una decisión que se había meditado bastante, y que era necesaria por el bien de la marca del óvalo azul.
Graziano achaca las principales razones al gobierno australiano; primero por el precio de los impuestos, y segundo por la subida del valor del dólar australiano. “Nuestros gastos son el doble que el de Ford Europa y cuatro veces mayor que el de Ford Asia”, afirmaba Graziano. Asegura también que sólo en el año pasado, Ford Australia tuvo que desembolsar un total de 141 millones de dólares en impuestos, y más de 600 millones de dólares en los últimos cinco años.
En Australia Ford fabrica dos modelos que abastecen exclusivamente el mercado local; el Territory, un SUV de tamaño medio, y el legendario Falcon, una berlina con diversas variantes, entre las que se incluye una pick-up deportiva. Ambos modelos cesarán su vida comercial en el año 2016, año en el que Ford Australia cerrará sus factorías y en el que unos 1.200 empleados irán prácticamente a la calle. Ford asegura también que de momento no volverá a utilizar el nombre de Falcon en uno de sus modelos, un nombre que después de todo, lleva muchísimos años siendo utilizado por la marca.
Garziano también quiso dejar claro que la actividad de Ford en Australia no se verá tan afectada con el cierre de sus factorías, pues después de todo, su red de concesionarios seguirá activa, manteniendo y ofreciendo puestos de trabajo. Con este paso, la marca del óvalo azul no sólo tendrá menos pérdidas, sino que además, conseguirá que su gama sea aún más global, y que casi todos sus modelos se vendan en todos los países en los que se encuentra, sin excepciones.
Se comenta también que el principal rival del Ford Falcon, el Holden Commodore, también abandonará el mercado australiano en 2016, y que tampoco tendrá un sustituto.