Vender un coche y volverlo a encontrar no es ni mucho menos, una tarea sencilla. Sobretodo, si se lo vendemos a una persona que no reside en nuestra localidad, o si la persona que lo compra, lo manda al desguace o lo revende. Lo más sencillo, sería vender el vehículo a una persona conocida, que nos mantenga informados en todo momento que planes tiene para el vehículo en cuestión, por si nos arrepentimos de su venta, volver a comprarselo sin problemas.
Pero si por otra parte, lo vendemos a un desconocido, volver a encontrar ese vehículo, es cuestión de dos factores; suerte y casualidad. Cuanto más tiempo pasa, más complicado es encontrar un vehículo que ya hemos vendido, aunque esto no fue problema para Jack Cherney. Después de 20 años, volvió a encontrar el BMW Isetta que había vendido y lo restauró para no volver a deshacerse de él jamás.
Jack compró dicho Isetta nuevo, y lo usaba para ir a trabajar. Debido a que el Isetta empezó a darle fallos, decidió venderlo. No tardaría en arrepentirse de su decisión, por lo que acabó comprando otro Isetta. Pero la suerte estaba de su parte, y 20 años después, encontró su primer Isetta con tan sólo 40 kms de más, por lo que no dudó en adquirirlo, aunque tuvo que restaurarlo.
A continuación os dejamos el vídeo de esta bonita historia, producido por Petrolicious. Para conocer un poco más sobre el Isetta, os recordaremos que es un modelo diseñado y producido por la firma italiana ISO, que más tarde le concedería a BMW el permiso de su fabricación. Gracias a este “pequeñín”, la marca bávara consiguió aumentar su presencia en el mercado, y crecer lo suficiente para convertirse en una marca bastante competente. Es curioso que a pesar de ser un producto italiano, el Isetta es más conocido con su logo BMW, y es que después de todo, fue la firma alemana la que más unidades vendió de la “pequeña burbuja”.