La firma alemana de los cuatro aros, Audi, ha decidido aplicarle una serie de cambios a la berlina más grande de su gama, el A8, para que refleje un aspecto más actual, más dinámico y más elegante que el su antecesor. Al mismo tiempo, estos cambios también harán que el A8 no se deje intimidar por la nueva Clase S de Mercedes-Benz, que ha venido dispuesta a arrasar en su segmento.
Pero centrémonos en el renovado Audi A8, que a simple vista, refleja unas nuevas ópticas frontales de tecnología LED, que al igual que las que monta el modelo actual, serán opcionales. Estas nuevas ópticas son más sofisticadas que las del modelo actual, gracias a que con la ayuda de 25 LEDs independientes, permiten que el A8 pueda circular con luces largas cuando al conductor le plazca, sin deslumbrar por ello a los demás vehículos. Puede parecer mentira, pero lo hace gracias a un avanzado sistema cámaras frontales, que tienen en cuenta en todo momento la intensidad lumínica.
Sus nuevas ópticas frontales arropan a una nueva calandra de diseño más elegante y llamativo, al igual que el de su paragolpes y su capó, que resultan ser más dinámicos que los del modelo actual. En su diseño posterior encontramos también unas nuevas ópticas más detallas y elegantes que las actuales, al igual que un paragolpes con líneas más suaves y cuidadas. Como era de esperar, también estrena nuevos diseños de llantas.
En cuanto al interior, a penas vemos cambios, pero Audi asegura haber mejorado considerablemente la insonoridad gracias a la mayor presencia de elementos insonorizantes. También ha mejorado el Wi-fi, gracias a tecnología 4G. Las motorizaciones por el momento parece ser que no sufrirán cambios, por lo que el A8 seguirá ofreciéndose con motorizaciones de gasolina, diésel y una híbrida, además de contar con la posibilidad de equipar sistema de tracción total “quattro”. Así pues, no esperemos que los precios vayan a variar demasiado de los del modelo actual.