Si bien antaño el conductor era uno de los consumidores más desprotegidos, desinformados, y por tanto más arriesgados, dada la índole de su inversión, hoy en día no sucede así. Porque hace años el que necesitaba un coche, ya fuere para su hogar o por razones profesionales, tenía que enfrentarse a las grandes compañías y a la escueta información que estas le proporcionaban. Pero hoy los tiempos han cambiado y el conductor es ya un consumidor actualizado.
Plataformas webs cada vez más evolucionadas, aplicaciones móviles, y el acceso cada vez mayor a la información por parte del consumidor, gracias al importante papel que estas han ido adquiriendo en su vida cotidiana, así como blogs y redes sociales, han convertido la compra, alquiler, o cualquiera de las múltiples formas de disponer de un vehículo en una negociación bastante más simple para el consumidor de a pie: testimonios, advertencias, dossiers, reportajes sobre empresas, marcas de vehículos, modelos, o las propias modalidades de disposición de los vehículos, proporcionadas por usuarios individuales que pretenden transmitir su propia experiencia o por las propias empresas automovilísticas, que tratan de ser cada vez más transparentes y cercanas al cliente, son una buena baza para el conductor que ha de disponer de un vehículo ya sea en propiedad, en renting, leasing, etc.
Por eso, si bien en un pasado no tan lejano el consumidor se parecía a un animal indefenso enfrentándose a una fiera, ahora luchan en “igualdad de condiciones”, se podría decir. Porque incluso cuando el conductor está ya dentro de la red de la compañía automovilística, existen elementos que le aseguran protección, información así como voz y voto con respecto a sus circunstancias. De hecho no son pocas las compañías que ponen a disposición de sus clientes un “Portal del Conductor”, con herramientas que ofrecen a los conductores información relevante sobre la compañía, tales como talleres asociados, su localización, puntos de información e incluso a partir de los cuales surgen figuras, como “El Defensor del Conductor”.