1.Equipo
Comencemos por el principio. Un equipo con el presupuesto del Infini Red Bull Racing Team es prácticamente imbatible, de hecho sólo Ferrari o McLaren se acercan al presupuesto del equipo de las bebidas energéticas.
Pero no todo es el dinero, el equipo humano cuenta para lograr la victoria y mucho. Sólo hay que ver como fin de semana tras fin de semana los mecánicos de Red Bull eran los más rápidos en realizar las paradas en boxes de sus coches, por no hablar de la precisión de Christian Horner y el genio de Adrian Newey para diseñar el coche.
2.Coche
Vayamos a la parte mecánica, de la que se encarga el anteriormente mencionado Adrian Newey. El británico es una mina de oro para el equipo que lo tenga en sus filas. En los 90 entró en Williams después de ser despedido de March, tras no haber logrado los resultados esperados, pero Sir Frank Williams lleva muchos años en la Fórmula 1, y si sigue en la brecha es por algo.
Consiguió que el Williams llegara a ser competitivo, tanto que un tal Nigel Mansell consiguiera imbatiblemente su entorchado en 1992. Pero en 1994 llegó el desastre con el accidente del recién contratado Ayrton Senna, si bien consiguieron el tercer título consecutivo de constructores las relaciones con Newey se enfriaron y terminó recalando en McLaren a la que hizo resurgir de sus cenizas, consiguiendo los títulos de 1998 y 1999 con Hakkinen a los mandos.
En realidad esta parte me la podría haber ahorrado simplemente diciendo que en los años 90, los diseños de Newey fueron ganadores de 6 campeonatos de constructores en esa década.
3.Precisión
Esta parte se la aplicamos a Vettel, que es un metrónomo humano. Vuelta tras vuelta el piloto alemán mantiene la concentración y no sólo no se despista, si no que es capaz de aumentar el ritmo a su antojo.
Más de una vez hemos escuchado que desde el equipo le piden tranquilidad y que baje el ritmo, pero el alemán quiere más y más y si no se marcha del circuito con pole, victoria y vuelta rápida no se va tranquilo. Con la superioridad que ya le otorga el coche nos quedamos con las ganas de saber hasta donde podría haber llegado.
4.Constancia
Una característica derivada a la precisión de Vettel en el circuito, pero que sin el equipo no podría hacerse realidad. Mientras que el alemán pone de su parte clavando los tiempos vuelta tras vuelta, es el equipo el que le marca el ritmo para no machacar el coche.
Coche que también supera a los demás no sólo en velocidad y paso por curva, si no en fiabilidad. Bueno, el de Vettel, porque el de Webber falla más que las escopetas de la feria. El coche del alemán sólo ha fallado en un Gran Premio, el de Gran Bretaña, y a apenas 10 vueltas del final de la carrera. ¿Se puede pedir más?
5.Suerte
Sí, se puede pedir más aún. La suerte ha estado de cara del alemán siempre, porque como mencionábamos antes, la fiabilidad de los Red Bull está en un leve entredicho debido a los problemas que siempre ha arrastrado su compañero Webber, pero que por fortuna no han llegado a afectar al coche del alemán.
Por no hablar de que no ha tenido rival durante toda la temporada. El único con las agallas suficientes para enfrentarse al alemán ha sido, cómo no, Fernando Alonso. Pero por suerte para el tetracampeón, el asturiano no sólo no ha tenido suerte, si no que ha tenido que lidiar con un Ferrari que no estaba a la altura de las manos que lo conducían.