En Motor Digital os hemos hablado en alguna que otra ocasión sobre lo importante que es respetar las normas de circulación, y por supuesto, de lo importante que es respetar a los vehículos ajenos. A veces, no hay que olvidar que aparcar también está dentro de la circulación, y que aunque el dueño de un vehículo no se encuentre dentro de este, también debemos de respetarlos como si lo estuviese. ¿Y a qué viene todo esto?
Bueno, si saco el tema, es por una experiencia que he tenido hoy, que por suerte no me ha perjudicado directamente. Iba circulando con mi coche cuando el que iba delante, vio un hueco apropiado para aparcar, en el cuál cabía su coche de sobra, y puso el intermitente para realizar la maniobra. El susodicho o susodicha, es algo que no me molesté en observar, iba en un Chevrolet Kalos naranja, con el que se disponía a aparcar en línea, un Kalos que entraba perfectamente en un aparcamiento vacío entre dos coches que no sabían la que les iba a caer encima.
Pues disponiéndose a aparcar, yo paré y esperé a que maniobrase sin meterle ningún tipo de prisas, como buen ciudadano, y como se debe de hacer, porque no olvidéis que meter prisas al que aparca no es una buena idea, por lo que no está bien. Igualmente, no se si el conductor o conductora había perdido facultades, o en su defecto, se hizo presa de los nervios, ya que dando marcha atrás para aparcar, pegó un leve acelerón que hizo que el trasero de su Kalos “besase” el morro del Kia Picanto que estaba perfectamente estacionado detrás.
No contento con eso, pisó de nuevo el pié en el acelerador de tal manera, que colisionó con el coche que tenía delante, y eso que como bien digo, tenía espacio de sobra. Cuando estacionó, yo seguí mi camino, y dudo mucho que le dejase una nota a los conductores de ambos coches a los que seguro, les ocasionó algún desperfecto.
¿Y que conclusión podemos sacar de esto? Pues que primero, aparcar con prisas no es buena idea, es algo que a de hacerse “despacito y con buena letra”, y segundo, que es importante respetar tanto el coche ajeno como el nuestro, es simplemente cuestión de empatía. Así que cuando aparquéis, acordaros de “éste Kalos naranja”, y no hagáis lo mismo que su conductor o conductora, porque a fin de cuentas, a nadie nos gusta encontrarnos sorpresas en nuestros coches.
Víctor Luis says
Esto es el pan nuestro de cada día en España. Son gente que no respeta los coches, y si no respeta ni si quiera su propio coche ¿que crees que hará con los de los demás?.
Y el problema no se queda ahí, porque dime cómo tratas a tu coche y te diré quién eres…