La normativa de 2014 respecto a la parte frontal de los monoplazas de Fórmula 1 ha sido una auténtica cacicada sin sentido, que ningún equipo ha sabido o podido llevar a cabo correctamente sin tener que recurrir a utilizar todo un falo en los morros de sus monoplazas para cumplir con las medidas exigidas.
Volvamos a la parte importante de la norma, su aplicación para mejorar la seguridad. Y es que la FIA intentó que con esta normativa se redujeran las “catapultas” de monoplazas en caso de impacto trasero como el de Fernando Alonso en el GP de Spa de 2012. Pero esta norma se hizo aprisa y sin consultar a los ingenieros, con lo cual no han tenido tiempo de desarrollar soluciones estéticamente viables encontrándole como siempre el hueco a la norma.
Y es que los ingenieros ya venían calientes desde lo de 2012, que ya les obligó a bajar el morro de sus monoplazas una barbaridad sin tiempo a cambiar el diseño interno del monocasco de seguridad obligando a aberraciones estéticas que se tuvieron que solventar en 2013 con el panel de la vanidad. El desarrollo de los monoplazas lleva varios años y no se les puede cambiar de un año para otro las normativas porque los ingenieros no llegan y terminan ocurriendo cosas como las de este año.
Pero, en un intento de eliminar los falos frontales de los monoplazas, la FIA ya trabaja para eliminar el hueco en la normativa que les permite a los ingenieros solventar las medidas con esos extraños apéndices. Charlie Whiting, director de carrera de la FIA, ha hecho unas declaraciones donde explica las nuevas normativas que se aplicarán:
En la próxima normativa exigiremos la simetría, que requiere no sólo la altura máxima sino también la línea de retraso mínimo para los primeros 150 mm de la zona de aplastamiento. La línea superficial también debería ir más atrás para así evitar las transiciones abruptas entre una sección transversal y otra.