Cuando Mazda confirmó que el RX-8 se retiraba del mercado y que de momento no tendría ningún sucesor, daba una noticia bastante triste para los aficionados del motor y en especial para los aficionados de la marca de Hiroshima. El RX-8 era el último descendiente de una larga “dinastía” de no sólo deportivos, sino de varios modelos con motor rotativo. De hecho, era el único modelo del mercado con motor rotativo en la actualidad.
Su despedida y la confirmación de que no habría un sustituto nos hacía pensar que Mazda no quería “cogerse los dedos” con un proyecto cuya cabida cada vez se hace menor en una mercado como el actual, en el que el consumo y las emisiones están por encima de la potencia y la pasión.
Todo pintaba mal para los “RX”, parecía que caerían en el olvido, y que la marca de Hiroshima, sólo se dedicaría a fabricar modelos con motores convencionales, dejando definitivamente de lado al motor Wankel. Sí, parecía eso, hasta que Nobuhiro Yamamoto dijo las palabras mágicas que han supuesto un brote de esperanza para todos los que ansiábamos el regreso de un deportivo de la marca con motor rotativo.
Según el jefe de desarrollo de Mazda, el RX-7 volverá, y se lanzará al mercado en el año 2017, para así de paso conmemorar el 50 aniversario del lanzamiento del primer Mazda con motor Wankel. Parece ser que será un modelo ligero, que pese poco más de 1.200 kilos, y que tenga un motor atmosférico que no sea eléctrico ni híbrido. Así lo confirmaba también el señor Yamamoto, que afirma que una mecánica eléctrica no es la adecuada para un deportivo como el RX-7.
Otro detalle que dio a conocer el jefe de desarrollo de Mazda, es que el próximo RX-7 compartiría plataforma con la próxima generación del Mazda MX-5, que a su vez compartirá plataforma con el próximo Spider de Alfa Romeo. Una gran noticia que esperemos que sea verdad, porque después de todo aún quedan cinco años, y en esos cinco años, pueden cambiar muchas cosas.