Una de las sorpresas que tenía guardada Citroën para el Salón del Automóvil de Ginebra era la nueva imagen del C3, que deja de ser sorpresa al mostrarse antes de tiempo. Teniendo en cuenta el corto período de tiempo que lleva la actual generación del C3 en el mercado (poco más de dos años), no podríamos esperar una gran cantidad de cambios, aunque estos son significativos y le sientan bastante bien al compacto francés.
Los cambios que más se aprecian a simple vista los encontramos en su frontal, dónde estrena unas nuevas ópticas y un nuevo paragolpes dónde se aprecia la presencia de dos tiras de LED. La nueva imagen de su frontal se identifica con modelos recientes de la gama, como el C4 Aircross, y a opinión personal, le confieren al C3 una imagen más seria y elegante.
En su parte posterior no se aprecian tantos cambios como en su frontal, y es que podríamos decir que se ha conservado todo menos las ópticas, que son nuevas, aunque igualmente, a penas de diferencian de las que porta el modelo actual. Casi lo mismo ha ocurrido con el interior, dónde los cambios son básicamente nuevas tapicerías y nuevas opciones de personalización.
Su gama de motores seguirá siendo la misma, compuesta por dos motorizaciones de gasolina de 1 y 1,6 litros, y tres diésel HDI. Aún no se ha comentado nada sobre sus precios, aunque viendo los cambios, no podemos esperar una gran diferencia con la lista de precios que tiene el modelo actual.
Como hemos dicho más arriba, el C3 recibe pocos pero significativos cambios, que lo actualizan y mejora su imagen, convirtiéndolo en una opción más atractiva. Y es que al fin y al cabo, ya le tocaba destacar un poco más entre sus competidores, algo que no es para nada fácil en un segmento como este.