Si a finales de los noventa, vivías en Europa y buscabas una berlina compacta que además de una buena estética, te ofreciese un comportamiento y un equipamiento muy deportivo, una de las mejores alternativas la encontrarías en un concesionario Honda. El Civic que compartía carrocería con el Rover 45 por entonces, que se denominaba técnicamente Civic MB, contaba en su gama con una variante denominada VTI, como los Hondas más potentes por entonces (salvo los Type R que habían surgido sobre esa época).
El Civic VTI, denominado MB6, era el modelo más potente y caro de la gama del Civic sedán, al igual que ocurría en la del modelo hatchback. Pero a pesar de que el hatchback también ofrecía un comportamiento digno de admiración, era el sedán el que estéticamente, lograba diferenciarse más del resto de modelos. Para empezar, de serie equipaba unas llantas de aleación de diseño deportivo de 15 pulgadas, faros antinieblas, tapicería específica, paragolpes deportivo, lavafaros, un coqueto alerón e incluso un autoblocante tipo Torsen entre algunas otras cosas.
Pero lo que más destacaba en el MB6 era su motor, todo un 1.8 atmosférico de 16 válvulas que lograba desarrollar un potencia total de 169 CV, que movían las ruedas delanteras, y que estaba ligado a una caja de cambios manual de 5 velocidades. Gracias a sus 1.220 kg. de peso, lograba acelerar de 0 a 100 en tan sólo 8,3 segundos, y alcanzar una velocidad máxima de 223 km/h.
Se podría decir que el Civic MB6 era uno de los modelos más divertidos y emocionante de se segmento en su época. De hecho, aún en la actualidad, muchos son los aficionados que disfrutan o buscan una unidad de ésta maravilla, que si defrauda en algo, es en consumo, algo irremediable en un automóvil de este tipo. Desgraciadamente, es un modelo que no se valora tanto como se debería, aunque eso sí, siempre y cuando no se pruebe, porque quién se pone al volante de él, acaba deseando repetir la experiencia.