Si no tienes la fortuna de poseer un auténtico Ferrari, imagina por un momento que sí la tienes. Indiscutiblemente, guardarías tu Ferrari en un garaje seguro, dónde éste estaría alejado del riesgo de ser robado o dañado. Pero después de todo, un automóvil es para circular, y tarde o temprano, tienes que sacarlo de su “burbuja”, bien para darte un paseo o para algún asunto que te requiera utilizarlo. Por supuesto un Ferrari no es un coche cualquiera, por lo que pasar desapercibido es algo que no podemos esperar al ir montado en él.
Un factor importante que hay que tener en cuenta es el hecho de aparcarlo en plena calle, dónde estará expuesto a los riesgos que conlleva aparcar un coche en la calle. ¿Pero que vas ha hacer si tienes que aparcar tu Ferrari en calle? Pues correr el riesgo, que es lo que hizo el dueño o la dueña del Ferrari 458 Italia que protagoniza ésta noticia. El sujeto en cuestión aparcó su 458 Italia en una calle de Londres, una calle transitada, por la que pasó un camión que al girar, colisionó con el superdeportivo italiano.
El camionero no calculó bien al girar, y la parte inferior de metal del remolque que se ubica bajo los faros del mismo, colisionó con la aleta izquierda del caballino, recortándola como si de papel se tratase. Cuando el camionero se percató, y bajó para ver lo que había ocasionado, pondría una cara que se escapa a los limites de la imaginación de un servidor.
Cuando llegó la policía por el aviso, pondrían una cara muy similar a la del camionero, una cara que en absoluto se asemejaría a la del poseedor o poseedora del Ferrari, y mucho menos a la del encargado de la compañía de seguros del camión, que cuando reciba la factura de reparación del superdeportivo italiano seguro que se lleva un par de noches sin pegar ojo. En cuanto a la moraleja, sería exagerado decir que no se puede aparcar un Ferrari en plena calle, pero no sería decir que no se debe aparcar un Ferrari en el cruce de una calle, o en una zona dónde un vehículo tenga que girar.
Vía Carscoops